Aún existen razones,
para que mis pies caminen desnudos,
por ese camino de hielo
que extiende su alfombra
con un intenso color fuego.
Aún existen razones,
para respirar y recibir la vida
que nace de las entrañas del alma,
a veces ciega...a veces viva.
Aún existen razones
para dejar abiertos mis ojos...
sentir, que corre por mis venas
como la cristalina agua del arroyo.
Aún existen razones
para llenar mi corazón,
y brindar con besos eternos
abrigando una esperanza.
Sí, aún me quedan mil razones,
para no darlo todo por perdido
y buscar en el despertar de mi destino,
a un corazón despeinado
por la vida que lo llena.
Hola Maite !!! Acabo de descobrir el teu blog B ) Ja tens un google follower més...El poc que he vist m'agrada molt !!*!!
ResponderEliminarMuchas gracias Oriol...
EliminarSeguimos en contacto. Un abrazo!
Un canto a la esperanza. Los contrarios de la vida misma hecha poesía. Hermosa!
ResponderEliminarMuchas gracias Grace...un abrazo grande.
EliminarSiempre habrá una razón para poder comprender nuestras contradicciones y la propia ambivalencia humana. Un poema delicioso sobre los vaivenes que toda alma humana transita. Has otorgado belleza, a esa cruel, a veces, dualidad.
ResponderEliminarMuchísimas gracias de nuevo, querida Grace. Es bueno buscar y quedarnos siempre con lo bueno que nos ofrece la vida, porque siempre existen razones para continuar por muy difícil e intransitable que parezca, o nos parezca ese camino.
EliminarUn abrazo grandísimo amiga...