Una sonrisa con pasión cala mi piel.
La melancolía se desvanece,
cuando hipnotiza
con sus colores mis pupilas...
perfumando con las flores del almendro
cada trozo de mi vida.
Con su compañía,
se vuelven mudas las noches frías
y cascadas de luz sobre su pecho
despiertan las alas de las golondrinas.
Ella es así...
resplandeciente con cada Aurora,
desafiando a la soledad
del beso solitario.
Y con solo una mirada,
ella, deshoja la tristeza del alma.
31 de marzo de 2016.
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